DESARROLLO PERSONAL, SOCIAL Y MORAL

 

TEORÌA DEL DESARROLLO PSICOSOCIAL

La teoría integral de Erick Erikson, ofrece un marco de referencia para estudiar el desarrollo personal y social, centrándose en el surgimiento del yo, la búsqueda de la identidad, las relaciones del individuo con los demás y el papel de la cultura a lo largo de la vida.

Erikson considero el desarrollo como el paso por una serie de etapas, cada una con sus metas. Dichas etapas son interdependientes; los logros en las etapas posteriores dependen de cómo se resolvieron los conflictos durante los primeros años. Menciona que en cada etapa el individuo enfrenta una crisis de desarrollo, es decir, un conflicto entre una alternativa positiva y una alternativa potencialmente nociva.

 

 “Las ocho edades del hombre”  o etapas del desarrollo psicosocial son:

Confianza básica contra desconfianza básica, autonomía contra vergüenza y duda, iniciativa contra culpa, productividad contra inferioridad, identidad contra confusión del papel, intimidad contra aislamiento, generación contra estancamiento e integridad del yo contra desesperación

Lo fundamental en cada una de dichas etapas es el desarrollo de la identidad, misma que le proporciona una base para la adultez. La identidad conlleva organización de impulsos,  habilidades, creencias, habilidades e implica tomar decisiones, con base a su ideología y valores. Cuando no logran integrar todos esos aspectos y elecciones se puede dar una confusión en el papel.

 

 James Marcia sugiere que hay cuatro alternativas de identidad para los adolescentes:

La primera es el logro de la identidad donde el individuo ha elegido y está comprometido a lograr algo que el mismo se propuso. Quizá pocos adolescentes lleguen a dicho estado al terminar el bachillerato.

La exclusión de la identidad es el compromiso sin exploración; los adolescentes tan solo se comprometen con las metas, los valores y el estilo de vida de otros, generalmente de sus padres.

La difusión de la identidad ocurre cuando los individuos no exploran o no se comprometen. No llegan a conclusiones acerca de quiénes son o que desean hacer con su vida. No tienen una dirección firme.

 Los adolescentes que se encuentran luchando con las opciones experimentan lo que Erickson llamo aplazamiento, lo cual define como una crisis de identidad, donde suspende las elecciones debidas  a tal confusión.

 

Autoconcepto y autoestima.               

El autoconcepto es un intento propio por construir un esquema que permita organizar las impresiones, sentimientos y actitudes de uno mismo, es decir, es una estructura cognoscitiva; mientras que la autoestima es la valoración de lo que uno es, es una evaluación efectiva.

Ambos se vuelven cada vez más complejos conforme se vaya madurando.

 

 

 Vida escolar y autoestima

 El papel de la escuela en la autoestima del estudiante ha originado polémica debido a que quienes poseen una autoestima alta, se le augura mayores probabilidades de éxito en la escuela; lo cual también se le relaciona  entre los estudiantes.

 Aquellos estudiantes que consideran una actividad como relevante, y que se sienten capaces en esa área, tienen una autoestima alta, mientras que quienes piensan que la actividad es importante pero cuestionan sus habilidades, no lo es tanto.

 La retroalimentación de los profesores, sus prácticas de calificación, sus evaluaciones y su comunicación del interés hacia los estudiantes, podrían marcar una diferencia en la manera en que estos valoran sus habilidades en materias específicas. El mayor incremento en la autoestima surge cuando los estudiantes se vuelven más competentes en áreas que son valiosas para ellos. El desafío del docente consiste en ayudar a los estudiantes a lograr conocimientos, habilidades y su aplicación para llegar la adquisición de competencias básicas para la vida.

Es menester que uno como docente valore y acepte a todos los alumnos, tanto por sus intentos como por sus logros, propiciando un ambiente agradable tanto físico como psicológico que permita la interacción entre pares y la coevaluaciòn de los aprendizajes a través de diversas técnicas que propicien la autocrítica y perseverancia de los educandos; evitando las comparaciones y críticas destructivas, aclarando los parámetros de evaluación y motivándoles a mejorar sus niveles de rendimiento, siendo competitivos entre ellos. 

El yo y los demás

Intención. Aproximadamente a los dos años de edad, los niños poseen un sentido de intención, al menos de sus propias intenciones. Los preescolares mayores que se llevan bien con sus pares son capaces de distinguir las acciones intencionales de las no intencionales y de relacionar en consecuencia.

Tomar la perspectiva de los demás. Conforme los niños maduran y van adquiriendo el pensamiento de las operaciones formales, toman en cuenta mayor información y descubren que las distintas personas podrían reaccionar de formas diferentes ente la misma situación. Los estudiantes que tienen dificultades para tomar la perspectiva de otros sentirán cierto remordimiento cuando maltraten a sus compañeros o a los adultos. Competencia emocional. Entender las intenciones y tomar la perspectiva de los demás son elementos para el desarrollo de la competencia emocional cuando salimos de un encuentro provocador de emociones con la sensación de haber logrado lo que decidimos hacer.

Desarrollo moral

 El desarrollo moral se relaciona con la justicia distributiva, la cual se basa en la igualdad; al igual que con la benevolencia que asumen los niños alrededor de los 8 años,  cuando son capaces de tomar en cuenta las necesidades y de razonar.

Otra área que se relaciona es la comprensión de las reglas, etapa que llamo Piaget Realismo moral, donde los niños entre 5 y 6 años creen que las reglas de toda índole no pueden modificarse y que los castigos dependen de la magnitud del daño causado.

Después existe un cambio gradual en la hacía una moralidad de cooperación, donde los niños comprenden que las personas hacen las reglas y que ellas mismas pueden cambiarlas

 

 

 

             Etapas del desarrollo moral según Lawrence Kohlberg

  Kohlberg propuso una secuencia detallada de etapas de razonamiento moral o juicios acerca de lo correcto y lo incorrecto.

Dividió el desarrollo moral en tres niveles:

1. Pre convencional donde el juicio se basa tan solo en las propias necesidades y percepciones de un individuo. 2. Convencional, en el que se toma en cuenta las expectativas de la sociedad y de la ley.3. Pos convencional donde los juicios se basan en principios abstractos más personales que no necesariamente están definidos por las leyes de la sociedad.

 Kohlberg avaluó el razonamiento moral de niños y adultos con base en dilemas morales, en las que la gente debe tomar decisiones difíciles y dar sus razones.

Nivel 1. Razonamiento moral pre convencional. Los juicios se basan en necesidades personales y en las reglas de otros. .

Nivel 2. Razonamiento moral convencional. Los juicios se basan en aprobación de los demás, las expectativas de la familia, los valores tradicionales, las leyes de la sociedad y la lealtad hacia el país.

Nivel 3. Razonamiento moral pos convencional.  Orientación por contrato social.  

Comportamiento moral

Conforme las personas llegan a etapas más elevadas del razonamiento moral, también demuestran mayor tendencia a compartir, así como a ayudar y a defender a víctimas de injusticias. Los niños internalizan las reglas y los principios morales de las figuras con autoridad que los han guiado; es decir, los niños adoptan los estándares externos como propios. Si a los niños se les dan razones, serán capaces de entender cuando se les corrige. Ellos aprenden a comportarse de forma moral incluso cuando “nadie los está observando”. Debemos integrar las creencias y los valores morales en una noción completa de lo que somos, es decir en nuestro auto concepto. La tendencia de una persona a comportarse de forma moral depende en gran parte, de la magnitud en que las creencias y los valores morales se integran en la personalidad y en el propio sentido del yo.

Las implicaciones para los docentes consisten en prevenir las trampas, evitar poner a los estudiantes en situaciones de alta presión, asegurarse de que sean capaces de tener éxito sin hacer trampa y centrar su atención en el aprendizaje y no en las calificaciones.

Culturas de pares

Los grupos de estudiantes desarrollan sus propias normas para la apariencia y el comportamiento social.

Las culturas de pares fomentan la conformidad con las reglas del grupo y son muy significativas para definir cuestiones del estilo y la socialización.

Niños y jóvenes en riesgo

Es importante que uno como docente este al pendiente de señales de alarma sobre el abuso infantil, trastornos de la alimentación, uso de drogas y suicidio, informar y canalizar al departamento necesario, para evitar posibles problemática mayores, son nuevos roles de los profesores, además de educar, ya que constituyen la mejor fuente de ayuda para los alumnos que enfrentan dificultades emocionales o interpersonales.